Ha llegado el momento de escribir la carta más emocionante del año: Mi 2023 al desnudo, todo un clásico.
Ya ni siquiera me acuerdo como comenzó esta costumbre de hacer un análisis de mi año cuando este está a punto de terminar, pero se ha convertido en una tradición.
De hecho, es el email que más aperturas tiene y el más compartido, no sé por qué, supongo que es porque al final mis éxitos y mis fracasos también ayudan a otras personas a relativizar los suyos propios o quizá es porque leer mis reflexiones sobre sucesos pasados enseña y demuestra que todo, salvo la muerte, tiene solución en esta vida.
La cuestión es que le he cogido el gustillo a estas cartas y cada año, antes de escribirla, leo las anteriores y es en plan ¡GUAU! Cómo puede cambiar tanto tu vida en un año.
Pero si lo piensas bien tu vida lleva cambiando años. No sé si este sea tu mejor momento, pero estoy segura de que es mejor momento del que fue hace 10 años por ejemplo o quince.
A veces, para salir ganando sólo tenemos que viajar al pasado.
Hace algo más de 15 años yo me iba de casa de mis padres a un pueblo costero para trabajar en un bar recogiendo platos y vasos de las mesas. Ni si quiera sirviendo, no, yo era la persona invisible que recogía los restos que una velada veraniega de encanto había dejado.
En mi soledad, perdida entre tanta multitud, recuerdo que aprovechaba para encerrarme en el baño a llorar (era lo bueno de ser invisible). Me dolían las piernas y tenía la sensación de que no aguantaría todo el verano, pero luego recordaba lo que me esperaría al llegar a casa de mis padres y prefería aguantar. Al menos allí nos pagaban un piso, cobraba 900€ y tenía la playa al lado.
Aquel fue el primer verano de muchos que le siguieron, fue mi primer contacto con el mundo laboral.
Antes de estudiar Derecho hice de todo, vendí aspiradoras, seguros, tarjetas de crédito en los stands de grandes superficies… Hasta que me convencí de que estudiar era la única alternativa para salir de este tipo de trabajos. Estudié Turismo y luego acabé haciendo Derecho. Para costearme los estudios trabajaba los fines de semana en bares, promocionando bebidas alcohólicas, en Navidades envolviendo regalos en perfumerías, en verano en hoteles…
Hace 10 años estaba mejor que hace 15, pero peor que ahora.
La vida nos lleva por un camino del que solo nos queda aprender. Dediqué muchos años a una formación que nada tenía que ver con mi propósito, que no me hacía feliz y que al final solo me ha servido para que nadie me vuelva pisotear, ni engañar. Alguna ventaja tendría que sacarle a eso de conocer mis derechos.
Encontrar nuestro faro lleva su tiempo (y esfuerzo). A día de hoy siento que he encontrado mi faro, pero si me distraigo, la marea me vuelve a alejar de él. Es una ola, luego otra y otra más. No lo notas. Pero cuando te das cuenta estás tan lejos de tu faro que apenas puedes ver un hilo de luz.
Mi propósito este 2024 es no hacer nada que me aleje de mi faro. Y este repaso de mi 2023 me ayuda a ver en retrospectiva cuánto he avanzado y cuánto me he alejado.
Si llevas tiempo aquí en el Reservado, sé que esta carta te va a gustar incluso más que las anteriores, porque hay algo que no había en ninguna otra y no, no te hablo de mi nueva formación (que también) sino de mi historia de amor.
Pero comencemos por el principio:
Enero: Comencé el año con mucha energía positiva y con una gran lección aprendida del 2022, no compararme más que conmigo misma, especialmente con mi yo del pasado. Lo que por entonces no había aprendido es que eso también puede resultar agotador, sobre todo si es con una versión de ti misma muy reciente. Después del lanzamiento de Una ilusión como lo nuestro y de las buenas críticas, darle una merecida continuación a la historia fue algo realmente agotador. Constantemente pensaba en las críticas, en que podía decepcionar a todos los lectores que me habían dado la oportunidad. Mi gran éxito sin duda ha sido Mil veranos contigo y esta bilogía no tenía absolutamente nada que ver, pero una máxima en el arte es arriesgar, cambiar, evolucionar y no pretender replicar a nadie, ni siquiera a ti misma o a tus éxitos. Salir de nuestra comodidad es el camino por el cual florecen las oportunidades más inesperadas. Al aventurarnos más allá de lo que sabemos que va a funcionar, no solo desafiamos nuestras propias expectativas, sino que también, aunque sea desafiante, es el terreno más fértil por el que podemos avanzar y en el que encontraremos las semillas del éxito.
Febrero: Uno de mis propósitos para este nuevo año era escribir artículos para revistas. Después de que mi proyecto pop up de 12 volúmenes EJ Magazine llegase a su fin, quería poder compaginar con mi escritura la redacción de columnas en revistas femeninas. Sin embargo, aquel propósito se vio frustrado unos meses más tarde cuando después de escribir varios artículos y llamar a numerosas puertas, no encontré ninguna revista que me quisiera publicar y menos pagar por ello. Hubo un par de oportunidades, pero ninguna alineada con mis valores y una máxima para mí es hacer solo cosas que estén alineadas con estos.
En este mismo mes se publica Uno de nuestros finales, el desenlace de la bilogía Salvaje. Esta segunda parte tiene ese toque de suspense que requiere el cierre de la primera entrega, pero no sé por qué tengo la sensación de que mis lectores esperan más amor que suspense. Es algo que sabré pronto porque voy a enviar una encuesta.
Este mes también comienzo a trabajar en mi proyecto número 10 al tiempo que trabajo en la reedición de la Serie A bordo.
Marzo: Comienzo a trabajar en la búsqueda de ideas para cambiar las portadas de El comandante y El lado oscuro del cazador, dos portadas que poco tenían que ver con la línea que quiero seguir. Desentonaban bastante del resto de mis novelas. Sigo escribiendo mi proyecto número 10 y conozco al que hoy siento que es el amor de mi vida. Aunque en este momento sólo somos amigos. A los pocos días de conocerle me voy de retiro a Toledo para estar inmersa en el proyecto número 10. Me voy a un hotel muy tranquilo y con vistas a la montaña. Por capricho del destino (y nuestro) quedamos mi último día en Toledo (como amigos).
Abril: Después de darle muchas vueltas a cómo voy a desarrollar mi formación, me decanto por hacerlo en Hotmart (aunque no sea la mejor de las opciones para una formación de una calidad como la mía). Sigo trabajando en las portadas de El comandante y El lado oscuro del cazador. Al mismo tiempo comienzo a hablar con empresas y pedir presupuestos para todo lo que se viene con la formación.
Aunque sigo escribiendo cada vez mi mente está menos centrada en la novela número 10. Y sí, por si te lo preguntabas, sigo quedando con Marc y aunque la tensión sexual se puede cortar entre nosotros yo le dejo claro que no vamos a tener nada. Él fuma y eso para mí es un NEXT!
Mayo: Tenemos nueva portada para El comandante. También tengo el índice de mi formación y me centro en escribir y desarrollar los contenidos al tiempo que sigo dedicando una hora al día a mi novela número 10. Las dudas sobre este proyecto comienzan a asaltarme y no sé si es por mi relación personal o porque algo del proyecto no me encaja. La cuestión es que no consigo avanzar y me atasco.
Decido darme una escapada a la playita con Marc, por supuesto en plan “amigos” (¡Qué ilusa!). Es en este viaje cuando por primera vez decido contarle que soy género fluido, le hablo de mis libros y respondo a todas sus dudas a sabiendas que desde ese momento no tendremos nada más que una bonita amistad (yo y mis propios miedos).
Él, con un corazón de oro, se muestra entusiasmado y puedo ver en sus ojos un brillo de admiración. Contra todo pronóstico, en este viaje acabamos cruzando la línea que divide la amistad y algo más…
A la vuelta, como ninguno queremos perder la amistad tan bonita que hemos construido, decidimos volver a la casilla de salida, sin saber, que una vez que dos personas cruzan ciertas líneas es muy difícil volver a esa casilla.
Este mismo mes, unas semanas después de nuestro viaje, me tienen que operar de urgencias por apendicitis. La cosa se complica un poco y tengo que permanecer en el hospital unos días. Este suceso me coge por sorpresa y me recuerda que somos frágiles y que todo puede acabarse de un día para otro, que la vida hay que vivirla y disfrutarla más por si se acaba mañana.
Durante esos días en el hospital, él viene a verme cada día y se convierte en un apoyo fundamental.
Junio: Ya en casa y recuperándome decido centrarme en la formación y dejar aparcado el proyecto 10 porque no puedo con todo y mi cabeza en este momento no está centrada en la historia del libro, sino en la historia de mi vida. Las cosas en lo sentimental se me han ido de las manos. Ha llegado un punto en el que no sé lo que tenemos, un punto en el que hemos cruzados demasiadas veces esa línea divisoria.
Un día estamos viendo un monologo juntos, también nos compaña mi amiga Desi. El monologuista pide que levanten la mano aquellos presentes que tengan pareja. Casi la levanto, pero me recuerdo a mí misma que no es el caso. Sin embargo, cuando dice que levante la mano la gente que esté soltera tampoco lo hago porque tampoco siento que sea el caso, no obstante Marc sí la levanta y es algo que me sorprende. Es un punto de inflexión. La gota que colma el vaso. Te podrás imaginar que lo primero que hice fue susurrarle a mi amiga al oído: “qué fuerte, estoy flipando, Marc ha levantado la mano”. Mi amiga, que me conoce y sabe lo que esto puede desencadenar me dice: “Tranquilízate y no digas nada. Piénsalo con calma”. Desde ese momento el monologo ha terminado para mí. En un ambiente tan discernido y donde no se piensan las respuestas demasiado se actúa con el corazón y estaba claro que él no tenía dudas. Para él, no teníamos nada. Él estaba soltero.
Esa noche decido ponerle fin a nuestra confusa historia. Fue una conversación tranquila, dolorosa y con lágrimas. Si formara parte de una de mis novelas, sería algo así:
-Si tenías tan claro que no teníamos nada, ¿por qué no me lo dijiste antes?
-Porque no lo tenía claro -dice afligido.
-Ahora parece que sí lo tienes, has levantado la mano cuando el monologuista ha preguntado que quién estaba soltero.
Él duda, quiere replicar, lo veo en sus ojos, pero permanece en silencio.
-Yo no puedo seguir así -confieso.
-No quiero perder nuestra amistad. -Su voz suena rota.
-Hace tiempo que dejamos de ser amigos, yo no me acuesto con mis amigos.
No recuerdo las palabras exactas que continúan, sólo que fue duro. Para mí era un adiós, mientras que él, en su fuero interno, pensaba que aquello solo era otro paso atrás, pero ya era demasiado tarde, yo me había enamorado y volver a la casilla de salida ya no era una opción.
Este mes sale la reedición de Amor, bienvenido a bordo con el sello ediciones B de Bolsillo de Penguin Random House. Después de varios libros publicados con el mayor grupo editorial del país, por fin deciden poner en la faja la cantidad vendida: más de 100.000 ejemplares. Me siento muy orgullosa de haber superado esta primera cifra.
Julio: Después de quedar con Marc y tener una larga conversación sobre nosotros él decide apostar por ir más allá. Ha tomado la decisión de dejar de fumar por él y porque sabe que yo es algo que valoro. A estas alturas ya había perdido la fe en llegar a algo más y sin embargo ahí estamos. Decidimos contárselo a nuestros amigos y “hacer público” el inicio de nuestra relación.
Este mes consigo cerrar casi todos los detalles para el rodaje de la formación y se publica la segunda entrega de la serie A bordo, Amor, te quiero.
A final de mes Marc y yo hacemos nuestro primer viaje como pareja a Menorca y es increíble. Las aventuras de este viaje me las reservo, aunque estoy segura de que más de una se colará en alguna de mis novelas.
Agosto: Todos los cursos, incluida la Masterclass, están listos para ser grabados. También consigo terminar con la diseñadora la portada de El lado oscuro del Cazador.
Se publica la última entrega de la serie A bordo, Amor, te odio. A finales de mes, me doy un respiro y me voy de viaje con mis amigas. Trato de recargar pilas para septiembre que comienza fuerte.
Septiembre: Semanas de intenso trabajo para el rodaje de la formación y puesta en marcha de la web. Una locura de mes. Con todos los contratiempos que te puedas imaginar consigo sacar adelante el proyecto y la acogida es brutal.
Octubre: Cancelo un evento que tenía en Fnac de Callao con la colaboración de Penguin Random House porque me encuentro saturada con tanto trabajo (por suerte no lo había anunciado y me pude permitir cancelar).
La puesta en marcha y lanzamiento de mi formación requiere más trabajo del esperado. Demasiadas horas y demasiada inversión. El presupuesto inicial, 6000€, se duplica y acabo invirtiendo un total de 12000€. No tuve en cuenta en ese presupuesto inicial que mi nivel de exigencia y perfeccionismo me saldría más caro.
Agotada en todos los sentidos, decido poner el foco total en esta formación.
Noviembre: Después de una serie de acontecimientos decido irme a vivir con mi chico. Es un paso importantísimo en mi vida y me vuelco en él. Mudanza, cambios en la casa, muebles…
Al tiempo que me adapto a mi nuevo hogar y sigo trabajando en mis formaciones, trato de retomar mi proyecto número 10, sé que tengo que volver a la escritura y además lo necesito, así que comienzo a revisar de nuevo los primeros capítulos.
Diciembre: Ahora que ya estoy adaptada a todos los cambios que me ha deparado este 2023, sé que tengo que priorizar mi novela número 10, que mis lectoras esperan con ansías ese lanzamiento. Así que mi prioridad para este 2024 será terminar este libro, eso sí, sin dejar de lado mi nueva faceta como formadora y mi coaching literario algo que me encanta y que estoy disfrutando tanto o más que escribir. Es muy gratificante ayudar a otras personas a superarse y abrirse camino en la literatura.
Mi conclusión de este recorrido es que la vida siempre nos da lo que nos merecemos.
Hay que luchar por nuestros sueños, hay que trabajar duro, hay que ser buena persona, hay que alejarse de la gente tóxica y sobre todo hay que madurar emocionalmente.
Gracias por haber compartido conmigo cada momento de este año, por seguir aquí, porque en el fondo, ambas sabemos que escribo para lectoras exigentes como tú, pese a quien le pese.
Cuéntame qué te ha parecido este recorrido por el 2023.
P.D.: Si te ha gustado, compártelo con esa amiga a la que sabes que le gustará 💋